
MUJICA, PARA INICIADOS
Un personaje de estos tiempos pero con una filosofía y prácticas distantes y hasta contrarias a las de sus homólogos en el Mundo es José Alberto Mujica Cordano, mejor conocido como José Mujica o Pepe Mujica, un hombre de origen uruguayo que desde hace 4 años funge como presidente de la República de Uruguay. Un individuo que entrado en años se ha caracterizado por la claridad de sus ideas y ejercicio gubernamental de avanzada, un político que sin negar –hipócritamente- el oficio del que vive, observa un comportamiento congruente y una actuación consecuentemente modesta anteponiendo su condición y valía ciudadana.
Mujica a su paso por la administración pública da ejemplo vivo de lo que es gobernar y hacerlo bien, sin excesos, con humildad y anteponiendo la función de servicio para la que fue electo en su natal Uruguay. Pepe Mujica, a sus 79 años (1935), poco le debe a la vida y nada le importan los formalismos ni el qué dirán, una personalidad que desempeña su cargo, la más grande responsabilidad de su país, de una forma modesta (Dona el 90% de su salario a obras de beneficencia “No ocupa más, para vivir -10%- con eso tiene”), sencilla, de compromiso y respeto real a sus gobernados, honrando su alta investidura y demostrando que hay que desterrar las prácticas rituales que caracterizan a nuestros gobernantes.
Parte de su pensamiento, tomado de diversos discursos, que respalda con su peculiar visión y ejercicio efectivo del poder, visto como servicio a los demás, es lo que les comparto con el deseo firme de que en nuestro mundo se multipliquen los Mujicas…porque cuando la BBC de Londres lo calificó como “el presidente más pobre del mundo” sonriendo, contestó: "Pobre es el que necesita mucho. Porque el que necesita mucho, eso es infinito, ese es el más pobre, yo no, yo con esto tengo (señalando su mesa sin mantel con un plato de comida, un vaso de agua de fruta y una servilleta con tres tortillas recalentadas)”.
Cuestionado sobre su edad y origen para gobernar un país, ha dicho: “No me arrepiento de lo que he vivido porque si no hubiera vivido eso no hubiera aprendido tanto. Y en la vida se aprende mucho más del dolor y las derrotas que de la bonanza”. “Vale la pena vivir con intensidad, y te podés caer una, dos, tres, veinte veces, pero recuerda que te podés levantar y volver a empezar. (...) Derrotados son los que dejan de luchar, muertos son los que no luchan por vivir”. “Para vivir hay que trabajar, ¿verdad? Y si no trabajás estás viviendo de garrón a costilla de alguien. Y la vida de parásito no es digna, pero tampoco podés vivir nada más que para trabajar. Así de sencillo. Porque lo más glorioso que tenés es la vida. Y eso, es la cosa que más olvidamos, pero nos lo hace olvidar la cultura, el medio ambiente y sobre todo esa violencia de arrastre que tiene la sociedad de consumo y que parece que si no estamos subidos en ese tren nos vamos a morir”. “Abogo por una manera personal de vivir con sobriedad, porque para vivir hay que tener libertad y pa’tener libertad hay que tener tiempo…entonces soy sobrio para tener tiempo, porque cuando compras con plata no compras con plata, estás comprando con el tiempo de tu vida que tuviste que gastar para tener esa plata”.
Respecto a la política y las crisis mundiales, ha declarado: “Estamos andando, pero tal vez la marcha y las necesidades de la historia son mucho más rápidas que lo que nosotros podremos andar. Siento que hay un desfase entre realidad y lo que puede lograr la política. La política no está a la altura de los desafíos de la realidad”. “La política está sujeta a volar como las perdices, cortito y rápido. Y se está necesitando política de largo aliento en un mundo que se globaliza”. “La política sigue discutiendo en términos muy anquilosados, muy parecidos y nos alejamos de algunos valores y hay mucha gente infeliz, no solo pobre”. “Lo que algunos llaman crisis ecológica del planeta es consecuencia del triunfo avasallante de la ambición humana, ese es nuestro triunfo también nuestra derrota”. “Continuarán las guerras y por tanto los fanatismos, hasta que tal vez la naturaleza nos llame al orden y haga inviable la civilización”. “La migración se arregla solucionando la pobreza y no construyendo muros”. “Necesitamos gobernarnos a nosotros mismos o sucumbiremos porque no somos capaces de estar a la altura de la civilización que fuimos desarrollando. Este es nuestro dilema”.
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A partir del Lunes 11 de Abril de 2011
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