SIN MÁS…

PEDRO PUENTE PÉREZ | Opinión | 22/12/2013

La vida pasa lentamente, en ocasiones es demasiado buena pero otras no tanto y es cuando sentimos que no nos trata como quisiéramos, cuando el tiempo transcurre lentamente, sin prisa, haciéndonos sufrir.

Hace años conocí a un muchacho del barrio, en ese tiempo él era muy tranquilo, casi no hablaba con nadie y pocas veces lo veíamos jugar.

Después se fue apartando de la “palomilla” del barrio y veíamos que salía a la calle y se iba a otro lado, todos pensábamos que tenía novia o que talvez ya estaba trabajando pero no fue así.

Desgraciadamente las amistades que se buscó fueron de otro barrio, “amigos” que se drogaban y que lo llevaron a ese mundo que es muy difícil abandonar; poco a poco se fue sumergiendo en el mundo de las drogas y por mas que sus familiares trataban de sacarlo, de alejarlo de sus “amigos” la drogadicción fue mas fuerte.

Se supo, cuando contaba sus experiencias, que inició consumiendo marihuana y poco a poco le fue cambiando hasta hacerse adicto a la cocaína.

Tiempo después le diagnosticaron diabetes y con la drogadicción fue sumamente complicado controlar esa enfermedad.

Dicen que Dios es grande y para alegría de sus familiares en poco tiempo abandonó las drogas y se propuso a seguir el tratamiento para controlar la diabetes.

Desgraciadamente después de varios años controlado y tras haber abandonado por completo las drogas, desgraciadamente su salud empezó a decaer y adelgazó de una manera rápida, su salud se desmejoró lo que ocasionó que adquiriera el llamado “pie del diabético” para lo cual fue sometido a una cirugía para amputarle un de los dedos del pie.

Pero eso no es todo, comenzó a perder la vista y ahora solo distingue –dice él- solo sombras.

Aunque tiene un trabajo debido a su enfermedad constantemente falta.

Actualmente intenta regresar a que le controlen la diabetes, la drogadicción ya casi la olvidó por completo y ahora se lamenta de no haber hecho caso de su familia y abandonar a tiempo las drogas, pues reflexiona que de no haber sido adicto a las drogas la diabetes hubiera sido controlada de una manera mucho más fácil y rápida.