El presidente de la Unión de Transportistas de Manzanillo (UTCM), Yax Tzel Nolasco Gómez, reconoció que la lentitud en los trabajos de ampliación de la autopista Colima–Manzanillo ha generado afectaciones directas al sector transportista y a todos los usuarios que transitan diariamente por esta vía.
Recordó que, desde la inauguración del proyecto, el 16 de noviembre de 2021, las obras para ampliar a seis carriles el tramo de aproximadamente 80 kilómetros entre La Salada y la entrada al puerto de Manzanillo han avanzado de manera “muy lenta y desproporcionada”.
Nolasco Gómez señaló que, si bien el gobierno del estado anunció el arranque de nuevos trabajos en uno de los tramos más complicados como lo es La Salada, caracterizado por siete curvas peligrosas, es urgente que el gobierno estatal, el federal y la empresa responsable aceleren el ritmo de construcción. “Esto no solo beneficiará al sector transportista, sino también a todas las personas que circulan a diario entre Colima y Manzanillo”, afirmó.
El dirigente explicó que las cámaras de transportistas han solicitado ser escuchadas para aportar propuestas que ayuden a mejorar el flujo vehicular durante las obras.
Además, expertos en construcción consultados por el gremio consideraron que el proyecto debió iniciar con la rehabilitación de puentes y con la ampliación completa en un solo sentido antes de intervenir el otro, para evitar el caos operativo que persiste desde hace tres años.
Nolasco también destacó la necesidad de reforzar la seguridad en la autopista, ya que se han registrado robos de maquinaria en la zona. Por ello, pidió una mayor presencia de la Guardia Nacional para prevenir estos hechos y garantizar condiciones óptimas para el avance de los trabajos.
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