COPA ORO
Tres goles del Chicharito Hernández, más un vendaval mexicano en la segunda parte fueron suficientes para que la selección mexicana superara 5-0 a un El Salvador que había puesto en predicamento al conjunto nacional, en el inicio de la Copa Oro 2011.
Pese a que José Manuel “Chepo” De la Torre ha dicho que no es una obligación ganar este torneo, la exigencia para asegurar un buen futuro en el balompié nacional es inminente. La Copa Oro da el pase para la Confederaciones, y una victoria le daría seguridad a un puñado de jóvenes que disputarán, por motivos administrativos, una Copa América donde cuadro como el mexicano no tendrán nada que hacer en la disputa entre Brasil, Paraguay, y por supuesto, Argentina.
Menos mal que México no tendrá problemas de gol en este torneo en suelo estadunidense. A diferencia de otros años, con Chicharito como titular, no hay hándicap en cuanto a definición, y sumando la buena forma de un cada vez más recuperado Andrés Guardado, se auguran buenas cosas en la ofensiva. Giovani también complementa, mostrando que su buen accionar en el Racing de Santander debe ser un parte aguas en su vertiginosa carrera.
Los grandes rivales mexicanos en este torneo no son ningún secreto: Estados Unidos y Costa Rica. Ambos poseen excelentes futbolistas, y en el caso de los costarricenses, cuentan con Ricardo La Volpe que conoce muy bien al combinado nacional. Quizá, por eso, “Chepo” De la Torre no quiso comprometerse a ganar la Copa Oro, aún así, augurar que no se podrá ganar no es la mejor manera de guardar las formas en el banquillo nacional.
CANCÚN
Los dueños de los equipos en México volvieron a hacer de las suyas. Se echaron para atrás con respecto a la nueva forma de disputar la liguilla del futbol mexicano, dando al traste con, al menos, un poco de avance en el formato de competencia de nuestro balompié.
Lucía interesante el experimentar con un nuevo formato, aquellos antiguos que se usaban en las Copas del Mundo previas a la era moderna con grupos después de la fase inicial, para así dar con los finalistas, simple y sencillamente porque no hay nada qué perder. El futbol mexicano ha destacado en falta de emociones durante los últimos torneos, el DRAFT ya no le interesa a nadie, y la calidad de los extranjeros que llegan cada vez es menor.
Así que, cualquier decisión interesante para mejorar un poco el nivel de competencia, no merecía ser despreciada por los dueños del balompié nacional, sin antes probar su efectividad. Por un lado, se preocupan debido a la disminución en la afluencia a los estadios, y por el otro evaden buscar soluciones.
Quizá esta decisión no era la más revolucionaria, pero en las condiciones actuales, con el peligro de que la MLS se convierta en la liga más importante de la Concacaf –lo que seguramente pasará en algunos años-, nada puede ser desechado sin un verdadero análisis. Así, se demuestra que la planeación a mediano y largo plazo no es el fuerte de la Federación Mexicana de Futbol.
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A partir del Lunes 11 de Abril de 2011
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