“VIERNES SANTO EN LA BELISARIA”

COLIMA DE AYER | Colima | 23/11/2015

Comparte: Francisco Anzar Ruiz

Era un vienes Santo haya por los años 90s. Don Mario Briseño y María Alcaraz ambos comerciantes que tenían su puesto a un lado de la cantina Bar Taurino por la calle Filomeno Medina, cerrón su puesto porque era un día santo y tenían que ir a la iglesia por ser un día especial, cuando llegaron a su casa, Rosita su hija se estaba arreglando y le preguntaron ¿A dónde vas a ir tan arreglada? Ella les dijo voy con mis amigas a la iglesia, pero Rosita ya había hecho sus planes con dos de sus mejores amigas para ir a la Belisaria a bailar un rato mientras que sus padres estarían ocupados en la iglesia.

Rosita se encontraría con sus dos amigas en el jardín Núñez frente a la Merced porque allí la estarían esperando sus amigas, pero solamente fue María porque la otra amiga se arrepintió, tomaron un taxi y se dirigieron a la Belisaria y ya pasaditas de las 10 de la noche, cuando entraron estaba en pleno augurio la fiesta y entrando entrando Rosita flecha al más guapo de allí con una simple mirada del galán que ella nunca había visto y estaba muy impresionada de lo guapo que estaba, así pasaron las horas y Rosita baila y baila casi sin parar y ya por las 12 de la noche, para entonces ella ya estaba medio entonada y la cosa se ponía un poco calurosa y cuando se le abrazo muy fuerte sintió una sensación muy rara y en seguida, el galán la vio de cerca y sus ojos ya eran rojos , de pronto se escuchó un fuerte estruendo y el antro se llenó de humo en forma de remolino y dicen que todos corrieron a la calle asustados y lo que alcanzaron a ver fue cuando se elevaba junto con Rosita y le vieron las dos patas como de chivo en lugar de piernas.

En ese preciso momento sus padres estaban en el templo velando a Jesús y rezando y pidiendo por su hija y fue cuando el guapo la dejo caer, también dicen que después de dicho acontecimiento ya nunca más volvió a abrir sus puertas dicho antro.

Dicen que Rosita se salvó por los rezos de sus padres y fue tal su arrepentimiento que se metió de monja. Y se fue a Guadalajara con las Madres Salesianas y todavía está allí y nos platica su historia...

Si piensas ir en Viernes Santo al baile, piénsala dos veces porque ya ves lo que le paso a Rosita.