CONCIERTO POLÍTICO

BIBIANO MORENO MONTES DE OCA | Opinión | 16/08/2014

EL CITADINO. A menos que ocurriera una catástrofe política, la que queda descartada de antemano, el candidato del PRI a la gubernatura del estado debe ser el profesor Federico Rangel Lozano, presidente municipal de Colima. La imposición más grosera, obscena y perversa sería producto del dedazo a favor del yuppie José Ignacio Nachito Peralta Sánchez, flamante subsecretario de Telecomunicaciones de la SCT.

La versión más corriente entre personeros pertenecientes al círculo del CEN del PRI, aguijoneados por las huestes de Nachito Peralta –donde se incluiría al propio funcionario federal, que es parte interesada—, se reduce a que en Colima ya estuvo bueno “de vaqueritos y pueblerinos”, en franca alusión al pirruris de Nachito Peralta, al que consideran el más acabado modelo del citadino que le hace falta a la entidad.

Así, si por el CEN del PRI fuera, la candidatura del subsecretario de la SCT ya estaría bien planchada, pues sus estudios apantalladores en el extranjero lo convierten, de golpe y porrazo, en el más adecuado para gobernar a los aldeanos de Colima. Vamos, a estas alturas el yuppie de marras es un citadino en toda la extensión de la palabra. No lo merecen los colimenses, pero el sabio Nachito Peralta se quiere sacrificar por todos nosotros.

Lo que más parece fascinar a sus promotores y paniaguados es que Nachito Peralta tiene estudios en el extranjero. Así, pues, además de haber egresado del ITAM con la licenciatura en economía, es poseedor de una maestría en la Universidad de Essex, condado del Reino Unido. Bien mirado, el tipo ha hecho su tarea para poder presumir que él no es ni “vaquerito ni pueblerino”, sino todo un ciudadano del mundo.

Por supuesto, como ya lo expuse en columna anterior, ser egresado de una institución educativa del extranjero no es sinónimo de capacidad. La máxima de que lo que natura no da, Salamanca no presta, es aplicable a la perfección con Nachito Peralta: la revista especializada ar determinó, mediante un estudio, que la de Colima resultó ser una pésima administración en el periodo 2010-2012, que es precisamente la que encabezó el hoy funcionario federal. ¡Y eso que este pirruris se especializó en economía!

En consecuencia, el mensaje que se quiere enviar desde la capital del país es de lo más erróneo: en virtud de que los aldeanos colimenses están tan limitados que sólo son capaces de escoger a “vaqueritos y pueblerinos”, entonces es necesario que se les imponga un candidato de mucho mundo y al gusto del CEN del PRI. ¡Al diablo la voluntad popular de los colimenses: ahí les va en chinga Nachito Peralta!, parece ser el mensaje, al estilo lópezobradorista.

¿Prevalecerá en Colima la práctica verticalista del dedazo? ¿Se respetará la voluntad de las mayorías o será objeto de burla? ¿El CEN del PRI avasallará a los priístas colimenses? ¿El pirruris de Nachito Peralta resultará beneficiario de la antidemocrática imposición centralista? ¿Se echará a andar la desgastada maquinaria del pasado en tiempos del nuevo PRI? ¿Verán nuestros ojos la luz al final del túnel?

Aunque esto ya más bien parece final de capítulo de la vargasllosista novela La tía Julia y el escribidor, estaremos muy pendientes del desenlace de esta apasionante y absorbente historia de intriga, terror, sexo, agruras y mala leche, como diría el venido a menos monero Rius.