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NOE GUERRA PIMENTEL | Opinión | 30/06/2013

MANZANILLO A LA DISTANCIA

El pasado 14 de junio Manzanillo conmemoró el 140 aniversario de su erección legal como municipio, categoría que le fue otorgada por el pleno de la quinta legislatura el 14 de junio de 1873 mediante el decreto número 147 publicado por el gobernador colimense Francisco Santa Cruz Escobosa, el 20 del mismo mes y año, era presidente de la república el liberal Sebastián Lerdo de Tejada. Demarcación cuya cabecera, como bien apuntó el cronista municipal, no nace en su sitio actual, si no que según su origen inmemorial se descubre en el antiguo Puerto de Salahua, el Colomo, en las Garzas y Tesoro, lugares donde cerámica y tallados en caracol son de culturas perpetuadas en la sangre que hará quinientos años fusionó el mestizaje heredado que se aprecia en lenguaje, creencias, hábitos y tradiciones con las pasiones de quienes se adentraron a tierra desconocida.

Territorio al que Álvaro Saavedra se internó para reconocer bahías y encontrar su promisión, zona de la que una década después de Sandoval, el mismo Hernán Cortés enderezara su exploración hacia el norte incognito para encontrar lo que por su clima le pareció el infierno aquel 1531. Tal y como más tarde Hernando de Grijalva, zarpara para llegar a las Revillagigedo y donde Álvaro de Mendaña, en tornaviaje, hizo puerto dejándonos la Palma de coco; desde ese lugar donde en 1615 Sebastián Vizcaino, rechazara a los piratas en auxilio de los habitantes de esta costa, gente que con fauna, flora fueran descritos por Diego de Lasaga en el siglo XVIII, quien identificó la gran ensenada porteña como “de la manzanilla” (misma que derivó en Manzanillo) río homónimo, convertido en la actualidad en un casi inexistente arroyo que alimenta un campo de golf de Las Hadas.

Jurisdicción que luego de los avatares de la década de sangre que originó el movimiento de Independencia, el primero de mayo de 1824 el Gobierno de la naciente República decretó a este sitio Puerto Pacífico. Categoría que mantuvo hasta 1848, cuando se le designó aduana con estatus de Puerto de altura, clase con la que en 1854 recibió su Fundo Legal activando su desarrollo. Tierra llamada por la historia para ser la sede presidencial aquel abril de 1858, cuando Benito Juárez optó partir por este Puerto para luego de tres días de partir el 11 de abril en el vapor "John L. Estiffens". Crónica heroica que no se detiene pues en 1908, el 12 de diciembre, desde aquí hizo noticia el presidente Porfirio Díaz con la inauguración ferroviaria y obras del muelle, malecón y rompeolas.

Jurisdicción ésta, que del 20 de Febrero al 1º de Marzo de 1915, también fue refugio y asiento de los tres poderes y, por tanto, Capital del estado, ante la amenaza de la toma de la plaza de Colima por Villistas. Escenario de muchos movimientos nacionales, se recuerda otro que enlutó a muchas familias del Bajío y de Colima aquel 24 de mayo de 1928 cuando los Cristeros tomaron el puerto para ser desalojados por las fuerzas federales. Historia de hitos que se corona el primero de mayo de 1948, cuando, mediante el decreto 103, el Congreso del estado reconoció a la cabecera con categoría de Ciudad, condición con la que en 1959 recibió de frente al huracán del 27 de octubre, aquel de los peores daños y cientos de pérdidas humanas.

No obstante, los manzanillenses salieron y en los siguientes lustros dieron los pasos para consolidar las vocaciones de su ciudad: El puerto, que en “San pedrito” abrió operaciones en 1971; el aeropuerto “Playa de Oro”, inaugurado en 1972, y que al igual que el hotel “Las Hadas” potenciaron al destino, además de la puesta en marcha de la Termoeléctrica en 1973. De ahí acá Manzanillo ha vivido un crecimiento integrador hasta convertirse en el principal puerto del pacífico mexicano y uno de los cinco mejores destinos turísticos del país.

No puede ser menos en esta municipalidad, la más poblada de Colima y la que genera mayor riqueza abriéndose como la promisoria cuenca del pacífico, tierra que se reconoce por su gente, nativa y adoptiva, por los que en este suelo de privilegio decidieron hacer vida, echar raíces, dar lo mejor de sí a los demás y demarcación que de origen me dio el primer soplo de vida.