Coahuayana, Mich. Un evidente relajamiento en la supervisión de los controles establecidos para la circulación segura de las unidades contratadas para el transporte de mineral de hierro de la mina Aquila, es lo que se pudo notar en recorrido realizado por la carretera federal México 200, la costera de Michoacán, con el resultado de esta importante vía de comunicación se ha vuelto más peligrosa y lenta en la circulación de vehículos ajenos a la minera.
A invitación de autoridades auxiliares de los ayuntamientos de Aquila y Coahuayana en localidades por donde pasa la Ruta desde donde nace al acero de Ternium, en recorrido realizado por el corresponsal en la costa/sierra nahua se pudo constatar que rumbo a Tecomán los tráileres mineros cargados forman caravanas de hasta cinco unidades juntas que, circulando lento por la pesada carga que transportan, hacen imposible cualquier rebase en el camino a la vez que en muchas ocasiones invaden el carril contrario, lo que aseguran ya ha originado accidentes con desbarrancamientos de otros tractocamiones que van al puerto de Lázaro Cárdenas.
Otra queja repetida de los usuarios de la carretera costera de Michoacán y confirmada en el recorrido, es el no cumplimiento de la norma de las luces reglamentarias, al dotar a las unidades de luces adicionales no permitidas que encandilan a los conductores, y en otras circulando con faros y direccionales fundidos, originando riesgos extremos en las vías de comunicación usadas por los tráileres mineros.
La exigencia generalizada es a la empresa Ternium, a que no relajen los controles que garantizan una mayor seguridad en la circulación de vehículos de carga mineros y los particulares.
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