Aspiraciones olímpicas
La selección mexicana sub-23 marca sus aspiraciones de medalla olímpica tras su buena clasificación a Londres 2012, eliminando el virus de Carson que los había afectado cuatro años antes y había terminado con la gestión de Hugo Sánchez en el banquillo mexicano.
Una aspiración legítima y válida, aunque inédita, pues recordemos que lo más cercano a una presea olímpica en futbol se dio en casa, en México 1968, pese a que en la historia reciente se ha contado con un algún buen grupo olímpico y refuerzos de nivel para buscar esa ansiada medalla.
Quizá la plantilla reciente de más nivel competitivo sea la de Atlanta 1996. Un equipo en el que destacaban jugadores como Jesús Arellano, Pável Pardo, Duilio Davino y Cuauhtémoc Blanco, que además tenía la ventaja de contar con tres refuerzos de lujo: Luis García, Jorge Campos y Claudio Suárez.
Luis García no mostró ni los dientes en ese torneo, mientras que Claudio Suárez y Jorge Campos no pudieron liderar de buena manera una defensa ante equipos africanos que mostraron las carencias de los aztecas, sobre todo Nigeria, que era un equipazo e incluso dejó en segundo orden a brillantes oncenas brasileñas y argentinas. En aquella ocasión, el sueño culminó en cuartos de final.
De hecho, la buena participación de México en mundiales infantiles y juveniles no garantiza nada. En 1999, la selección sub-20 de Rafa Márquez y compañía hizo un digno papel en el mundial juvenil, pero un año después sucumbieron por el pase olímpico. Ahora, que se llega con palmarés en el sub-17 y una buena participación en el sub-20, no se puede asegurar que se refleje algo en las canchas de Londres.
Ciertamente, jugadores como Fabián, Herrera, Reyes, Ponce y Pulido, ilusionan -aún más si los refuerzos son de experiencia europea, como se ha escatimado-, pero los verdes deberán romper un maleficio de históricamente no saber jugar este tipo de torneos, por lo que no hay blasones olímpicos para impresionar aunque sea al más incauto.
La Liga
Dieciocho puntos en disputa, y en medio de ellos el clásico español entre los dos contendientes de la Liga Española, dan margen a que el título se resuelva en la última jornada. Cuatro puntos separan al Madrid del Barcelona, aunque la lógica de los últimos cuatro años dice que después del 21 de abril, dicha diferencia será de un punto. Hay Liga, y lo mejor está por venir.
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A partir del Lunes 11 de Abril de 2011
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